lunes, 28 de agosto de 2023

La muerte, un final siempre presente

La muerte se encuentra siempre presente como horizonte de la vida humana. Es un acontecimiento terrible que plantea incesantes preguntas: desde el sentido de la vida presente hasta el misterio de una vida futura. Y, ante todo, muestra que la vida humana es limitada y contingente.

Un final siempre presente: las preguntas de la muerte

La muerte es un hecho biológico que afecta a todos los organismos vivos. Pero es también un fenómeno cultural y social. Todas las sociedades han considerado la muerte uno de los acontecimientos centrales de la vida humana. Y lo han revestido de ritos, costumbres y creencias.

La reflexión filosófica sobre la muerte tiene en cuenta sus aspectos biológicos y culturales, pero va más allá de ellos, y se interroga por los problemas que plantea el enigma de la muerte. Veamos algunos de ellos:

1) La muerte es siempre un final, y recuerda que la vida humana es limitada y no dura eternamente. Pero, también, la muerte es un destino cierto para los humanos. Es una de las pocas cosas verdaderamente democráticas que existen: llega a todos por igual y llega siempre. Nadie puede escapar de ella, aunque sueñe con hacerlo.

2) La muerte nunca puede predecirse, excepto en casos extremos como el suicidio o el asesinato; llega siempre, pero no se sabe con certeza su camino. Por ello, es fuente de angustia. Pero, además, muestra que no somos necesarios o indispensables, aunque nos gustaría serlo. Tras nuestra muerte, otros tomarán lo que hemos dejado. Por eso, se ha dicho que la muerte es maestra de lecciones universales.

3) La muerte es un acto personal, nadie puede morir por nosotros. Y se realiza en la más profunda soledad, aunque el moribundo se encuentre acompañado de sus parientes y amigos. La muerte enseña que las cosas realmente importantes son las que ocurren en la soledad. Nadie está preparado para afrontar esta soledad, pero la muerte revela su valor.

4) Por último, la muerte es una fuente de interrogantes fundamentales, que se pueden resumir en dos: la muerte es el final y la extinción definitiva y completa de nuestra vida, y la muerte es el anuncio de una vida futura. La primera pregunta se responde con la razón y la evidencia biológica. La segunda abre el mundo de la esperanza y de las creencias.


La filosofía como meditación de la muerte

A lo largo de la historia, la filosofía ha reflexionado sobre el sentido de la muerte y ha ofrecido, fundamentalmente, dos respuestas: la primera, la muerte es un asunto de gran importancia sobre el que es preciso reflexionar; la segunda, no tiene sentido reflexionar sobre la muerte, pues lo importante es pensar en la vida.

A continuación, consideremos algunas de las posturas que entienden la muerte como un tema fundamental de la reflexión filosófica:

1) Platón, en su diálogo Fedón y siguiendo a su maestro Sócrates, afirmó que filosofar es lo mismo que aprender a morir. Creía que el alma era inmortal y la sede del conocimiento. Por eso, practicar la filosofía suponía liberarse del mundo sensible y alcanzar la eternidad: era una fuente de libertad y de eternidad, al tiempo que permitía separarse de las ataduras del cuerpo. La teoría platónica tuvo una extraordinaria influencia en la filosofía cristiana medieval.

2) Los estoicos pensaron que la vida era un simple préstamo de los dioses y que debíamos vivir cada día como si fuera el último de nuestra existencia. Por ello, la meditación sobre la muerte es, en realidad, una invitación para alcanzar la tranquilidad máxima, ya que es algo inevitable.

3) Montaigne retomó, en un sentido diferente, la tesis de Platón, y afirmó que debemos reflexionar sobre la muerte para conocerla y dominar, lo más posible, sus secretos. Por eso, afirma que la filosofía es, en realidad, una meditación sobre la muerte. Cuando hemos logrado conocer algunos de sus rasgos, nos parece un sueño y podemos vivir con tranquilidad, sin que nos afecte su amenaza.

4) En el siglo XX, Heidegger concedió una extraordinaria importancia a la reflexión sobre la muerte como elemento fundamental para comprender al ser humano. El ser humano es el único que tiene conciencia de que va a morir. Enfrentarse a ello le permite asumir proyectos radicales que pueden calificar el conjunto de su vida.

5) Unamuno pensaba que todo ser humano desea la inmortalidad, y ello lleva a desarrollar un "sentimiento trágico de la vida", ya que desear la inmortalidad sabiendo que se debe morir es una paradoja imposible. Pero no se puede dejar de pensar en ella; por eso, dicho pensamiento es trágico.


La muerte, un problema inútil

Frente a las posturas anteriores, algunos filósofos han insistido en la idea de que pensar sobre la muerte no debe ocupar nuestros esfuerzos. Para todos ellos, lo importante es reflexionar sobre la vida:

1) Epicuro creía únicamente en la realidad material y en la experiencia sensible. La muerte ocurre siempre, pero no podemos experimentarla. Y es que cuando nosotros estamos vivos, la muerte no es todavía nada para nosotros. En cambio, cuando se produce la muerte, nosotros ya no existimos. Por eso, la filosofía debe ayudar a eliminar el pensamiento de la muerte como fuente de turbación y angustia.

2) Spinoza afirmó que la filosofía debía ser siempre una "meditación sobre la vida". La muerte es inevitable, pero pensar sobre ella resulta inútil. Lo importante para la filosofía es dilucidar cómo podemos vivir mejor y cómo podemos ser felices. Pensar sobre la muerte no nos ayudará a ello.

3) Sartre elaboró, en El ser y la nada, una perspectiva interesante sobre la muerte. Afirma que la muerte no es, en realidad, una propiedad personal del que muere. Cuando se produce la muerte, yo no soy ya nada, porque he terminado mi existencia. En cambio, la muerte permite que los otros me juzguen y que formen una opinión sobre mí. Pero esto no me afecta: es un problema de los otros, no es un problema mío. Pensar sobre la muerte es pensar sobre algo cerrado e inevitable, que no ayuda a vivir mejor.


Dos teorías biológicas sobre el envejecimiento

La biología actual maneja dos teorías para explicar el proceso de envejecimiento que lleva a la muerte:

1) La primera de ellas es la "teoría de la acumulación de errores", que afirma que el envejecimiento es resultado de una serie de fallos acumulados a lo largo de la vida celular.

2) La otra se denomina "teoría de la activación genética programada", que considera el envejecimiento un proceso provocado por la actividad de genes malignos que son causantes del envejecimiento y de la muerte de los organismos.

martes, 8 de agosto de 2023

Miguel de Unamuno (1864-1936)

Escritor y filósofo bilbaíno, miembro de la Generación del 98. Señaló la importancia del deseo de inmortalidad de los seres humanos. Este deseo imposible convierte la vida humana en una tragedia y hace de las paradojas y las contradicciones necesarios componentes de la existencia.