jueves, 27 de abril de 2023

La ecología: el respeto a la naturaleza

La ecología se define como la biología de los ecosistemas. Un ecosistema es un todo en el que las partes que lo componen mantienen relaciones de interdependencia (como la que se establece entre el depredador y su presa) que producen un equilibrio.

Cada ecosistema local sufre alteraciones resultado de su propia evolución, de las relaciones entre los seres que lo componen, así como de las influencias de otros ecosistemas vecinos. El conjunto de las interacciones entre todos los ecosistemas locales constituye un gran ecosistema global que se denomina biosfera. También la biosfera ha tenido su propia historia y ha pasado fases distintas, sufriendo alteraciones muy diversas. Aunque, sin duda, la producida en la actualidad por los seres humanos no tiene precedentes.

La sobreexplotación de los recursos, la acumulación de desechos contaminantes y la fabricación de productos sintéticos en el laboratorio ponen en peligro la vida sobre la Tierra. Esta situación es considerada por muchos como una crisis ecológica global.

Desde los movimientos ecologistas se exige la búsqueda de un equilibrio con el entorno natural, que la cultura no destruya la naturaleza, necesaria para la supervivencia de la especie humana. Proponen el paso del crecimiento ilimitado y la explotación irracional de los recursos a un desarrollo sostenible, en el que se tengan en cuenta los efectos que las actividades económicas, sociales y ambientales actuales tendrán en el futuro sobre nuestro planeta.

sábado, 22 de abril de 2023

La cultura moldea la agresividad del ser humano

La cultura juega, pues, un papel fundamental en la configuración del ser humano como pacífico, un ser humano que, como cualquier otro animal, tiene una ideología que le induce agresividad. Pero la cultura también puede hacer lo contrario e hipertrofiar la agresividad natural convirtiéndola en violencia [...]. El ser humano es agresivo por naturaleza, pero pacífico o violento por cultura [...]. Lo que también tenemos cada vez más claro es que nuestra biología está encorseta por la cultura que hemos ido creando en el transcurso de la historia [...].

Decir que somos agresivos por naturaleza no conlleva, pues, aceptar que también por naturaleza seamos violentos. No hay violencia si no hay cultura. La violencia no es un producto de la evolución biológica, de la bioevolución como se dice frecuentemente. Es un resultado de la evolución cultural, de la llamada, en sentido amplio, "tecnoevolución".

José Sanmartín: La violencia y sus claves

lunes, 17 de abril de 2023

Los juicios de Nuremberg

Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial (1945), se celebró en la ciudad de Nuremberg una serie de juicios sobre personas significativas de la Alemania nazi. Dichos juicios tuvieron lugar a partir del conocimiento de las atrocidades cometidas en los campos de concentración, y fueron auspiciados por el gobierno norteamericano, que envió jueces, fiscales y abogados para investigar lo ocurrido y exigir las responsabilidades pertinentes, pues los desastres ocurridos clamaban justicia: millones de personas (ancianos, hombres, mujeres y niños) despojadas de sus hogares, detenidas por motivos infundados, torturadas y asesinadas cruelmente exigían una explicación.

Sin embargo, conviene recordar también que el gobierno norteamericano, que mostró tanta diligencia en estos juicios, había ordenado que la bomba atómica cayera sobre dos poblaciones japonesas, bajo el pretexto de que así la guerra terminaría antes y morirían menos personas.

1. Fundamento ético de los juicios de Nuremberg

En la celebración de los juicios se tuvo en cuenta la información aportada por prisioneros liberados al firmar la paz, el testimonio de militares y civiles que procedieron a la mencionada liberación, y lo comunicado por asociaciones internacionales sobre los hechos que se juzgaban.

Los jueces encargados de los casos partían del Derecho Internacional, todavía muy poco desarrollado, y de la apelación a principios éticos de validez universal. Con estos elementos intentaron arrojar luz sobre aquellos acontecimientos tan dolorosos y confusos, pues, mientras que la mayoría del pueblo alemán se excusaba de su responsabilidad por el desconocimiento de lo ocurrido, otros alegaban en su defensa la variedad de criterios éticos: se les había dicho que el exterminio de determinados grupos étnicos, religiosos e ideológicos era necesario y conveniente para el futuro de su patria.


2. La locura colectiva


Tanto el fascismo como el nacionalsocialismo afirman la primacía de lo irracional:

- No es la inteligencia que corta los cabellos en cuatro la que ha sacado a Alemania de su desamparo; la razón os hubiese desaconsejado venir a mí, sólo la fe os lo ha mandado -manifiesta Hitler a sus leales-. No se trata sino de creer, obedecer, combatir.

Mussolini y Hitler reencuentran así la concepción del mito que excita a las multitudes y las hace vibrar en un mismo arrebato.

- Hemos creado nuestro mito; nuestro mito es la nación, la grandeza de la nación -exclama Mussolini en 1922.

Jean Touchard, Historia de las ideas políticas


3. El nazismo hoy

Los dirigentes nazis alemanes apelaban en sus arengas al "sentimiento popular", y en él apoyaban los comportamientos y las ideas que defendían: el pueblo alemán, decían, "sentía" la necesidad de recuperar territorios y ámbitos de vida que le habían sido arrebatados. Todas las acciones para conseguirlo quedaban justificadas en ese "sentir" del pueblo.

Nunca dieron ninguna razón de su pretendida superioridad ni de las decisiones que tomaron para hacerla manifiesta. La pregunta por una fundamentación moral de las palabras y los hechos era considerada no pertinente, pues el dicho "sentir" bastaba.

Los "cabezas rapadas" responden de igual modo al ser preguntados acerca de la violencia que ejercen sobre los que juzgan inferiores (que somos prácticamente todos los que no nos comportamos como ellos); "sienten" aversión hacia los negros, los judíos, los árabes, los disminuidos, los homosexuales, y hacia todos los que los defienden, lo cual les parece suficiente para atentar contra ellos.

Desgraciadamente, las consecuencias de semejantes "hazañas" no se hacían, ni se hacen, esperar: los que tanto sienten hacen sentir a muchos más, pero dolor, sufrimiento, humillación, angustia y muerte.


4. Un sufrimiento no baldío


Los mártires de los campos de concentración son los símbolos de una humanidad que aspira a nacer. Es tarea de la filosofía traducir lo que ellos han hecho a un lenguaje que se escuche, aun cuando sus voces perecederas hayan sido acalladas por la tiranía.

Max Horkheimer, Crítica de la razón instrumental


Liberación del campo de concentración de Dachau en abril de 1945

domingo, 16 de abril de 2023

Elaborar una respuesta filosófica

La cultura es la forma de responder a la necesidad de supervivencia de los seres humanos en su entorno. La filosofía, a su vez, como una producción cultural más, intenta dar respuesta a un tipo especial de preguntas. Si las preguntas de la filosofía son difíciles y complejas, las respuestas lo son aún más. Ya decía Maurice Blanchot que la "respuesta es la desgracia de la pregunta".

La filosofía, en tanto que saber de segundo grado, debe buscar respuestas que consideren los conocimientos que otras disciplinas aportan y, además, debe tener en cuenta lo que históricamente se ha dicho en torno a la cuestión que se intenta resolver. De aquí la importancia de buscar información precisa a la hora de contestar a una pregunta. Se trata de elaborar respuestas que, más que informar, expongan una forma de reflexión sobre el problema tratado.

Las respuestas de la filosofía nunca son únicas, sino que puede haber varias soluciones posibles para un mismo problema. Lo importante es el rigor lógico de la respuesta y la solidez de los argumentos que la sustentan.

jueves, 13 de abril de 2023

Sobre el origen de la cultura

Cuando [los dioses] se disponían a sacarlas a la luz [a las especies mortales], mandaron a Prometeo y Epimeteo que las revistiesen de facultades distribuyéndolas convenientemente entre ellas [...].

Pero como Epimeteo no era del todo sabio, gastó, sin darse cuenta, todas las facultades en los brutos. Pero quedaba aún sin equipar la especie humana y no sabía qué hacer. Hallándose en ese trance, llega Prometeo para supervisar la distribución. Ve a todos los animales armoniosamente equipados y al hombre, en cambio, desnudo, sin calzado, sin abrigo e inerme. Y ya era inminente el día señalado por el destino en el que el hombre debía salir de la tierra a la luz. Ante la imposibilidad de encontrar un medio de salvación para el hombre, Prometeo roba a Hefesto y a Atenea la sabiduría de las artes junto con el fuego [...] y se la ofrece, así, como regalo al hombre. Con ella recibió el hombre la sabiduría para conservar la vida, pero no recibió la sabiduría política, porque estaba en poder de Zeus [...].

Entonces Zeus [...] envió a Hermes para que llevase a los hombres el pudor y la justicia, a fin de que rigiesen en las ciudades la armonía y los lazos comunes de amistad.

Platón: Protágoras

domingo, 9 de abril de 2023

La identidad cultural

El concepto de identidad cultural comenzó a utilizarse con frecuencia después de la Segunda Guerra Mundial. Aunque es una idea que se presenta habitualmente cuando una cultura entra en contacto con otra. Por ejemplo, surgió en el momento en el que los criollos organizaron los movimientos de emancipación política de España a finales del siglo XVIII. Entonces se plantearon la pregunta en torno a "quiénes somos", que es la que pretende resolver el concepto de identidad cultural.

La identidad cultural es el conjunto de características comunes con las que se identifica un grupo humano.

Estas características serían de dos tipos:

1) Por un lado, una serie de elementos materiales compartidos (ceremonias, instituciones, arte, etc.).

2) Por otro lado, otros componentes de carácter subjetivo y social (la propia idea de pertenencia al grupo, conocimientos, mitos, costumbres comunes, etc.).

La identidad cultural no se corresponde unívocamente con la identidad nacional. En nuestro mundo de relaciones globalizadas, hay elementos culturales supranacionales (la Coca-Cola, vestirse de blanco la novia en el ritual matrimonial, etc.) y la mayoría de los países son entidades multiculturales.

En este contexto, se mantienen dos concepciones acerca de la identidad cultural:

1) Una concepción esencialista, que define de forma estática los elementos que constituyen la identidad de un grupo cultural y pretende preservar costumbres, actitudes, instituciones, etc., frente a otras culturas.

Se presuponen unos elementos constituyentes, de origen remoto, que se han preservado generación tras generación y que son considerados un patrimonio común por los componentes del grupo cultural.

Este concepto esencialista es excluyente, considera homogéneo el espacio cultural propio e intenta defenderlo de toda contaminación exterior. Esta concepción corre el riesgo de ser usada ideológicamente para defender intereses de grupos de poder o posiciones políticas.

2) Una noción histórica no esencialista, que considera las culturas productos históricos sometidos a cambio. En este sentido, la identidad cultural, más que algo dado, es un proyecto; se la considera un proceso dinámico que admite elementos nuevos al tiempo que reproduce los de la propia tradición.

Desde esta perspectiva, es inevitable que las tradiciones, las formas económicas y políticas, el lenguaje o el arte cambien con el tiempo y con la interacción con otros grupos culturales y se adapten a cada época histórica.

Los procesos de enculturación producen una continuidad en los grupos culturales, y gracias a ellos se mantienen los elementos materiales, sociales y subjetivos comunes que configuran la identidad cultural de un grupo humano.

sábado, 8 de abril de 2023

Las actitudes ante la diversidad cultural

La diversidad cultural es un hecho que ha suscitado diferentes actitudes, entre las que destacan:

1) El relativismo cultural: establece que las costumbres, los valores y las demás prácticas culturales son relativas a la cultura de la que forman parte y no pueden ser entendidos desde fuera de ella.

De este modo, se niega la validez de cualquier perspectiva "etic"; sólo tienen sentido las descripciones "emic" de una cultura. Las diversas culturas son independientes, son sistemas cerrados.

Una de las consecuencias del relativismo cultural es la negación de la existencia de un patrón común de referencia para juzgar la corrección o incorrección de los valores y las costumbres. No es posible tampoco la comparación entre culturas o la consideración de unas superiores a otras. En este sentido, el relativismo cultural es la negación más radical del punto de vista etnocéntrico.


2) El etnocentrismo: designa la tendencia a considerar las características de la propia cultura superiores y modelos universales para el resto de grupos humanos. Se juzgan otras prácticas, si son contrarias a la propia, como incorrectas.

Esta actitud se encuentra en la base de los movimientos racistas, de la intolerancia y de la xenofobia.


Una muestra de etnocentrismo:

Ya los griegos clásicos eran tremendamente etnocéntricos. Pensaban que la única lengua realmente digna de tal nombre era la griega. Las otras lenguas eran un mero bla-bla o bar-bar, y por ello denominaban a sus habitantes como bár-bar-os. El etnocentrismo se ha dado en todas las épocas y continentes. Quizás el caso más conocido es el de los europeos de la época colonial.

Jesús Mosterín: Filosofía de la cultura


3) El relacionismo cultural: frente a las posturas anteriores, parte de la validez limitada de cada cultura y señala que los criterios de decisión pueden ser múltiples. En ningún caso deben estar centrados en una única cultura. Ahora bien, eso no significa que todas las prácticas deban ser consideradas igualmente válidas.

El relacionismo mantiene, por tanto, la posibilidad del interculturalismo. Considera que el intercambio cultural es positivo y en ningún caso debe evitarse.

Cuando se establecen comparaciones entre culturas, el dilema fundamental estriba en determinar dónde se encuentra el límite de las prácticas que se pueden tolerar y las que no. Habrá cierto tipo de costumbres que se presentan como problemáticas, sobre todo, aquellas que atentan contra la vida y la dignidad de las personas.

Por ejemplo, una práctica cultural habitual en China es comer con palillos, mientras que los europeos utilizan el tenedor. Ninguna de las dos costumbres puede considerarse mejor o peor que la otra. La cuestión se plantea a la hora de calificar otros comportamientos, como la aplicación de la pena de muerte, la ablación del clítoris a las adolescentes o la permisividad ante la violencia contra los niños y las niñas.

La solución está en encontrar ciertos valores universales, que sean válidos para todas las culturas, sobre los que fundar las bases de la convivencia multicultural.

miércoles, 5 de abril de 2023

El multiculturalismo

A medida que el transporte y los medios de comunicación permiten el intercambio de productos, gentes e información, las distintas formas culturales han ido convergiendo. Mientras las comunidades era pequeñas y permanecían aisladas, las prácticas culturales del grupo eran comunes y homogéneas. A medida que las sociedades se van haciendo más grandes, esa homogeneidad interna va desapareciendo.

La asimilación e integración de elementos de otras culturas recibe el nombre de aculturación. Éste ha sido el proceso habitual de todos los momentos históricos y pone de manifiesto la movilidad cultural, esto es, el hecho de que las culturas no son entidades estáticas y cerradas, sino dinámicas y abiertas.

En la actualidad, los procesos de aculturación son cada vez más habituales y dan lugar a un fenómeno que, si bien no es nuevo, es cada vez más evidente en las sociedades moderna: el multiculturalismo, esto es, en una sociedad conviven personas procedentes de culturas muy distintas, con actitudes y costumbres dispares.

No se puede establecer un paralelismo entre Estado y cultura, porque en un mismo espacio político pueden convivir culturas distintas. Todo ello ha producido el surgimiento de movimientos sociales que proclaman los beneficios de la mezcla de culturas y otros que pretenden cerrar las fronteras en nombre de la conservación de la propia identidad cultural.

lunes, 3 de abril de 2023

La variedad de las culturas humanas

A lo largo del proceso de humanización, los seres humanos han ido mostrando gran plasticidad para adaptarse a medios muy diversos.

Como grupo humano construye su propia cultura como un modo de dar solución a los problemas que el medio plantea. Entre las situaciones posibles con las que se pueden encontrar, algunas serán comunes y los grupos crearán respuestas paralelas y en ocasiones muy similares. En otras ocasiones, los retos del entorno serán muy dispares y producirán productos culturales peculiares: diferentes tipos de formas de vestir, lenguas distintas, etc.

Los intentos de explicar y justificar la gran diversidad cultural de la especie humana son paralelos a la constatación de la existencia de diferentes culturas. Durante el siglo XVIII aparecieron las primeras tentativas sistemáticas de explicar por qué partiendo de una características biológicas comunes las expresiones culturales de los seres humanos son tan distintas.

1) El evolucionismo, que llevó la idea de evolución biológica al ámbito de la cultura, señala que todas las culturas pasan por las mismas etapas en su desarrollo, por lo que llegarán al mismo estadio. Por ello, puede utilizarse un esquema universal para analizarlas.

La diversidad queda justificada porque cada cultura se encuentra en una etapa distinta del mismo proceso.

Por ejemplo, Comte señala tres momentos por los que todas las culturas pasarían a lo largo de su historia: formas de pensamiento teológicas, metafísicas y, por último, positivas. A su vez, Marx establece que las etapas en el proceso de evolución cultural son el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y el comunismo.

Se trata de esquemas unilineales, en los que el proceso de evolución es único. De esta manera, se podrían clasificar las culturas como más o menos desarrolladas en función del momento en el que se encuentren.

Otros defienden un esquema multilineal, según el cual pueden darse diferentes modelos de desarrollo en función de las condiciones del medio, de las disposiciones tecnológicas, etc.

2) Como reacción al evolucionismo, a principios del siglo XX, algunos antropólogos plantearon otro modelo explicativo de la diversidad, el particularismo histórico: cada cultura tiene un desarrollo histórico propio. No existe el progreso ni unas culturas están más evolucionadas que otras.

3) Otra escuela que plantea una crítica al evolucionismo es el difusionismo: el origen de la diversidad cultural se encuentra en la confluencia de una serie de prácticas culturales concretas o áreas culturales. Los ambientes con los que viven los seres humanos son limitados y producen elementos similares, luego la diversidad surge de la difusión de una cultura a otros espacios o del contacto entre grupos.

sábado, 1 de abril de 2023

Dentro y fuera de una cultura: "emic" / "etic"

En el siglo XVII, Locke, fijándose en la diversidad de los modos y las costumbres humanas, puso de manifiesto la influencia que ejercía el ambiente sobre los pensamientos y las creencias de los individuos. Al nacer, los sujetos son "papeles en blanco" sobre los que el contexto cultural va escribiendo las costumbres y las formas de entender el mundo. Este proceso es lo que se denomina enculturación, esto es, el aprendizaje de la cultura.

Aprender una cultura consiste en entender y en interpretar el mundo y las cosas que suceden en él desde los parámetros establecidos en el marco de esa cultura.

El lingüista Kenneth L. Pike introdujo la distinción "emic"/"etic" para señalar las diferentes posiciones que podía mantener un lingüista a la hora de estudiar los usos del lenguaje propios de una comunidad de hablantes. Posteriormente, esta distinción comenzó a ser utilizada en antropología cultural para poner de manifiesto la diferente manera en la que se interpretan y justifican las costumbres, las ceremonias o cualesquiera otras prácticas culturales características de un grupo desde fuera o desde dentro de ese grupo:


1) El punto de vista "emic" es el que adoptan los propios participantes, es la visión que ellos consideran real, significativa o apropiada. Consiste en interpretar una ceremonia, ritual u otra práctica cultural dentro de los parámetros del agente que la ejecuta y, por tanto, tomando en consideración la justificación que la propia cultura hace de dichas prácticas.

La posición "emic" es la que se mantiene dentro de una cultura, producto del proceso de enculturación, y hace que se valoren las propias prácticas y creencias como correctas y legítimas.

2) La perspectiva "etic" es la que adopta el observador externo. Es el punto de vista que toma el sociólogo, el antropólogo, etc., cuando intenta valorar una situación cultural desde su propia cultura, desde los parámetros establecidos por esta.

La posición "etic" es la perspectiva que se mantiene desde fuera de una cultura, siempre se mantiene desde otra cultura, aunque se pretenda conservar la objetividad.


Las perspectivas "emic" y "etic" no tienen por qué coincidir. El problema reside en determinar cuál de las dos explica mejor los contenidos de una cultura: los propios agentes que la producen o el observador exterior.

Algunos autores plantean que si las posiciones "emic" y "etic" resultan irreconciliables, entonces no es posible la comunicación entre culturas ni la comprensión de prácticas distintas a las propias. Esto deja cerrado el camino de una multiculturalidad sin conflicto.

Sin embargo, otros autores consideran que el diálogo entre culturas es posible partiendo de elementos comunes (universales lingüísticos y otros patrones universales) que aparecen en todas las formas culturales humanas, producto de la pertenencia a la misma especie.


Un caso práctico de interpretación "emic"/"etic":


Entre los agricultores de Kerala, la tasa de mortalidad de los terneros es casi el doble que la de las crías que son hembras. Los mismos agricultores son plenamente conscientes de que los primeros tienen más probabilidades de morir que las segundas, pero atribuyen la diferencia a la relativa debilidad de los machos. "Los machos -suelen decir- enferman más que las hembras." La perspectiva emic de la situación es que nadie, consciente o voluntariamente, acortaría la vida de un ternero. Una y mil veces los agricultores aseguraban que todas las crías, independientemente de su sexo, tenían derecho a la vida. Pero la dimensión etic de la situación es que la proporción de sexos del ganado se ajusta de un modo sistemático a las necesidades de la ecología y la economía locales mediante un bovicidio preferencial de los machos. Aunque no se sacrifican los terneros indeseables, más o menos a la mayoría se les deja morir de hambre.

Harris, M.: Introducción a la antropología general