sábado, 28 de junio de 2025

Metafísica

Todos sabemos que existen objetos y seres individuales. Para conocerlos, disponemos de nuestra capacidad de conocer, del uso del lenguaje y de los datos científicos. Sin embargo, hay una pregunta esencial para el ser humano: ¿qué es la realidad?

El análisis del problema de la realidad es el objeto de la metafísica, la más abstracta y compleja disciplina filosófica.

1. Introducción

Una de las más importantes preguntas que se hace la filosofía tiene por objeto comprender los rasgos comunes que posee todo aquello que "es", es decir, comprender el sentido de la realidad y de la trascendencia. Esa es la tarea de la metafísica.

La respuesta a este problema ha llevado a la construcción de grandes sistemas filosóficos que pretenden interpretar el conjunto de la realidad.

2. La ciencia y la realidad

A comienzos del siglo XXI, la ciencia ofrece la imagen generalmente admitida de eso que llamamos realidad. Pero los descubrimientos y los logros de la ciencia abren la puerta a enigmas cada vez más complejos.

En la Antigüedad, todo lo que hoy denominamos conocimiento era atribuido a la filosofía, considerada la máxima forma de saber racional. Pero el progreso científico hizo que muchos conocimientos siguieran un camino independiente de la filosofía. Estos conocimientos se convirtieron en ciencias especializadas, y la suma de todas ellas ofrece una imagen cabal del mundo que nos rodea.

Sin embargo, hay cuestiones comunes a todas las ciencias que no se resuelven en un laboratorio. Son problemas muy generales, que se encuentran más allá de toda especialidad y que afectan a todas las ciencias. Señalemos algunos: ¿cuál es el origen de las cosas?, ¿hay diferencia entre ser y existir?, ¿cuáles son los principios básicos de la realidad?, ¿hay algo que permanece en medio de los cambios y modificaciones de las cosas? Y, sobre todas ellas, una muy difícil de responder: ¿qué es la realidad? Todas son preguntas que se encuentran "más allá" de la ciencia.

3. ¿Qué es lo que hay?: La pregunta por la realidad

Ante la variedad de cosas que nos rodean, se plantean dos preguntas importantes. Parecen sencillas, pero su respuesta es compleja:

1) Heidegger se preguntaba "¿por qué hay algo y no más bien hay nada?"; es decir, ¿qué supone el que "haya" cosas?

2) La otra pregunta se expresa de este modo: ¿cuáles son los rasgos de "lo que hay"?; es decir, ¿qué queremos expresar cuando decimos de algo que es "real"?

4. Lo real y la ilusión

Eso de la realidad parece sencillo, pues nosotros somos reales y vivimos entre cosas reales que nos afectan. Ahora bien, algunas de estas cosas existen y otras no. Y ambas, curiosamente, "son". Es decir, forman parte de "lo que hay". Consideremos tres ejemplos:

1) Mi bolígrafo, mis vaqueros y mis amigos son reales y existen. Es decir, poseen una realidad concreta, que puedo ver, tocar y sentir. Pero hay muchas otras cosas que son reales y no tienen esa existencia tan inmediata. Por ejemplo, mis sentimientos, mis miedos, mi pasado; todos ellos son reales, pero no tienen la misma existencia que los objetos materiales.

2) El asunto se complica más si pensamos que hay algunas cosas que no son reales, pero lo parecen y tienen influencia en nuestras vidas. Pensemos en un juego de la consola, en lo que aparece en la pantalla de nuestro ordenador o de nuestra televisión, en lo que hemos visto cuando visitamos un parque temático. Todas esas cosas no tienen existencia material, pero "son" de alguna manera. Es decir, forman parte de la realidad. Las llamamos realidades virtuales.

3) Por último, sabemos que hay ilusiones, alucinaciones, engaños. Algunos son positivos, como los deseos o las esperanzas. Otros son negativos, como las alucinaciones, que nos ocultan la realidad verdadera y nos hacen creer que ellas son la realidad. Pero ambos tienen relación con la realidad: son producidos por ella. Y muestran hasta qué punto la realidad puede ser fuente de engaños.

5. La realidad del mundo externo

Los problemas que se derivan de los ejemplos indicados han ocupado durante siglos el trabajo de los filósofos. Pueden ordenarse en una serie de posturas que permiten situar nuestra relación con la realidad. Mencionemos las más importantes:

1) Realismo del sentido común: Hay un mundo real y exterior a nosotros que es captado por los sentidos y analizado por la ciencia. Esta postura es la más habitual y extendida.

2) Escepticismo: Nuestros sentidos no nos proporcionan una imagen fiable del mundo externo; muchas veces nos engañan y nos hacen ver u oír cosas que no son reales. Por tanto, es preciso dudar de los datos que nos proporcionan los sentidos acerca del mundo exterior.

3) Idealismo: Cuando analizamos el mundo real, sólo contamos con nuestras ideas acerca de ese mundo. Por tanto, sólo existe el universo de nuestra mente y de nuestras percepciones. Es decir, únicamente existen nuestras "ideas" del mundo exterior. El mundo sólo existe cuando lo percibo.

4) Fenomenismo: No es posible ofrecer una imagen general del mundo. El mundo real no es más que el conjunto de "fenómenos" sensoriales y percepciones que de él podemos tener.

Estas posturas se encuentran en el origen de las discusiones acerca de la realidad y del conocimiento del mundo exterior. La pregunta por la realidad es el objeto de una rama especializada de la filosofía denominada metafísica.