viernes, 28 de junio de 2024

La ciencia y la pregunta por la naturaleza

1. Introducción

La ciencia es un modo de conocimiento derivado de los hechos de la experiencia. Aspira a formular leyes y teorías dotadas de rigor y objetividad. Para ello, se sirve del método hipotético-deductivo, basado en la formulación matemática y en la experimentación.

En el último siglo, el desarrollo científico y técnico ha sido tan espectacular que ha transformado el entorno humano y ha suscitado nuevos modos de pensar. En consecuencia, ha abierto nuevos problemas filosóficos.

2. La necesidad de explicarse el mundo

El ser humano siempre ha querido explorar su entorno para satisfacer su curiosidad y responder a la necesidad de sentido. Al principio, se preocupó por lo más próximo a su experiencia. Luego, al distanciarse de la realidad, se preguntó por el universo y el orden de las cosas. A partir de estas preguntas, el ser humano construyó cosmogonías.

A continuación, buscó nuevos instrumentos para ampliar y mejorar la exactitud de sus observaciones, y desechó las opiniones poco rigurosas. Se preguntó por la existencia de algún principio o ley que explicase la regularidad de los acontecimientos. Así nació una primera ciencia del universo o cosmología. En ella se da una integración de la física, las matemáticas y la astronomía.

La cosmología es la parte de la filosofía que estudia el mundo físico. Sus resultados proporcionan una imagen general del mundo. La cosmología es una reflexión crítica, y a lo largo de la historia ha revisado siempre estas imágenes y se ha preguntado por los métodos utilizados. Una de las primeras cuestiones que se planteó fue la relación entre la razón y los sentidos, entre la teoría y la observación. El método científico propiamente dicho surgió como un ensamblaje de ambas, y provocó la sustitución de la cosmología por lo que hoy llamamos ciencia.

3. La ciencia

Se entiende por ciencia "una actividad humana que da lugar a un cuerpo sistemático y organizado de conocimientos que hace uso de leyes y principios generales" (Marx W. Wartofsky). Pero no todas las disciplinas que llamamos científicas satisfacen por igual estos requisitos. No es lo mismo explicar un fenómeno meteorológico que demostrar un teorema matemático o que comprender una emoción.

El problema de la demarcación, o de la delimitación de lo que es y no es ciencia, ha sido siempre una cuestión importante para los científicos. Tradicionalmente, se ha considerado a la física el modelo de ciencia, porque se presta mejor a la verificación empírica de los enunciados. Así, los rasgos característicos de la ciencia son la contrastación con la realidad y la precisión en la formulación, a ser posible matemática.

La ciencia parte del supuesto de la regularidad de los acontecimientos. Si no fuera así, no se podrían formular las leyes que son, al fin y al cabo, expresiones del orden. Sin embargo, tampoco este orden es en principio absoluto, e incluso también el caos y la indeterminación pueden ser expresados mediante las matemáticas.

4. Los diferentes tipos de ciencias

Se suelen clasificar las ciencias en virtud de su objeto de estudio y del método utilizado. Cada modelo de ciencia utiliza una clase específica de enunciados a la que corresponde también un criterio de verdad. Veamos las distinciones más claras entre estos tipos de ciencias.

1) Las ciencias formales

La lógica y las matemáticas, fundamentalmente, no se refieren a objetos observables por los sentidos y no ofrecen, por tanto, información sobre el mundo. Son, precisamente por ello, universales y necesarias. Encuentran su consistencia en la propia coherencia de la razón que las construye.

Sus enunciados se llaman "de razón" o "a priori", porque son construidos por la razón con anterioridad a la experiencia. Un ejemplo es "El todo es mayor que las partes": no hace falta medir los objetos para percatarse de su verdad. Estas ciencias proceden por deducción.

2) Las ciencias empíricas

La física, la biología, etc., parten de la observación de los hechos y, por lo tanto, aportan información sobre el mundo. Por lo mismo, no son universales ni necesarias; son generalizaciones de la experiencia.

Sus enunciados se llaman "de hecho" o "a posteriori", pues se forman a partir de los hechos de la experiencia. Un ejemplo es la ley de la gravedad de Newton, considerada absoluta en su tiempo, pero superada hoy por la teoría de la relatividad de Einstein. La verdad consiste en la correspondencia de lo que se afirma con la realidad, y su método propio es el método hipotético-deductivo.

3) Las ciencias sociales

La historia, la psicología, la economía, etc., son un grupo particular dentro de las ciencias empíricas. Su objeto de estudio son los hechos humanos, caracterizados por la intencionalidad, algo que no es observable. Además, en casi todas estas ciencias, uno mismo es a la vez observador y objeto observado. Por tanto, son ciencias con una capacidad de generalización y de predicción menor y una neutralidad y una objetividad relativas.

En algunas de estas ciencias no se busca tanto una explicación cuanto una comprensión. La explicación busca las causas de los fenómenos, mientras que la comprensión intenta captar su sentido. La hermenéutica es el método propuesto con esta finalidad comprensiva.

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