1. No sólo justicia y autonomía
La teoría de Kohlberg es quizá la formulación más completa del desarrollo moral con la que contamos actualmente. Sin embargo, como cualquier teoría, tiene puntos débiles. Aquí nos limitaremos a comentar las objeciones de aquellos que consideran, con toda razón, que en el desarrollo de la conciencia moral es preciso contar con otros componentes además de la justicia y la autonomía.Carol Gilligan |
En este sentido, Carol Gilligan (n. 1936), discípula de Kohlberg, insiste en que hay al menos dos formas de conciencia moral: la que juzga sólo desde la justicia y la autonomía, y la que tiene en cuenta también la compasión y la responsabilidad. Alcanzar la madurez moral no consiste sólo en llegar a ser justo y autónomo, sino también en lograr ser compasivo y capaz de responsabilizarse de aquellos que nos están encomendados.
3. ¿Dos voces diferentes?
3. ¿Dos voces diferentes?
Carol Gilligan llegó a estas conclusiones al percatarse de que la mayoría de los psicólogos (Freud, Piaget, Kohlberg) cuentan en sus investigaciones sólo con varones y no con mujeres, y además con varones occidentales, nacidos en democracias liberales. Como un nutrido número de mujeres no responde a sus investigaciones como ellos desean para respaldar sus hipótesis, concluyen que las mujeres muestran una conducta "desviada", en vez de reconocer que es sencillamente diferente.
Normalmente se educa a los varones en Occidente para que se hagan cargo de la vida pública, y por eso se entiende que han de ser individuos autónomos, con un sentido de la justicia que les permita hacer contratos y cumplirlos. A las mujeres, por el contrario, se les educa en la compasión y la responsabilidad para que se queden en la vida privada y atiendan al esposo, los hijos y los parientes incapacitados.
4. Dos voces complementarias
Normalmente se educa a los varones en Occidente para que se hagan cargo de la vida pública, y por eso se entiende que han de ser individuos autónomos, con un sentido de la justicia que les permita hacer contratos y cumplirlos. A las mujeres, por el contrario, se les educa en la compasión y la responsabilidad para que se queden en la vida privada y atiendan al esposo, los hijos y los parientes incapacitados.
4. Dos voces complementarias
Sin embargo, esto no significa que realmente se pueda adscribir a cada uno de los sexos una forma de entender la moral, porque los cuatro ingredientes mencionados (justicia, autonomía, compasión y responsabilidad) son indispensables para alcanzar la madurez moral. Por tanto, que predomine uno u otro en una persona es una cuestión individual, más que una característica del sexo entero.
Lo bien cierto es que hay al menos dos voces morales, en las que han de expresarse tanto las mujeres como los varones:
Lo bien cierto es que hay al menos dos voces morales, en las que han de expresarse tanto las mujeres como los varones:
- La voz de la justicia, que consiste en juzgar sobre lo bueno y lo malo situándose en una perspectiva universal, más allá de las convenciones sociales y el gregarismo grupal. Esta perspectiva recibe el nombre de "imparcialidad".
- La voz de la compasión por los que precisan de ayuda, que son responsabilidad nuestra, empezando por los más cercanos.
Al fin y al cabo, no hay verdadera justicia sin solidaridad con los débiles, ni auténtica solidaridad sin una base de justicia.
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