jueves, 4 de mayo de 2023

Cuerpo y mente: una relación compleja

Cuando se analiza lo que es el ser humano aparece un problema fundamental: somos una relación entre un cuerpo material y un conjunto de actividades mentales. La física, la química, la biología y la medicina profundizan en el conocimiento de nuestro cuerpo. La psicología, la psiquiatría y las nuevas ciencias del cerebro analizan la estructura de la mente. Pero, más allá de los resultados de estas ciencias, hay muchas preguntas que son propias de la filosofía.

1. El cuerpo: materia viva

La física y la química muestran que los componentes últimos del cuerpo son los átomos y las moléculas, que se encuentran presentes en todos los cuerpos. Por ello, somos una parte de la naturaleza material.

El cuerpo humano no es materia inerte, sino materia viva. Como organismo vivo que es, el cuerpo desarrolla unas funciones que le permiten subsistir de modo autónomo, alimentarse, reproducirse, etc. Estas funciones tienen diversos grados de complejidad, que van desde la aparente simplicidad de la célula a la complejidad del sistema nervioso.

Vivimos, sentimos y conocemos a través del cuerpo. Es decir, nuestro cuerpo es un instrumento indispensable para poder vivir. La experiencia del propio cuerpo es imprescindible para sentir el mundo, y también para sentir a los otros. Vivir el cuerpo permite vivir el mundo. Estamos "encarnados en un cuerpo", como sostiene Merleau-Ponty.

2. La mente y el cerebro

Pero el ser humano no solo es un cuerpo, sino que también tiene lo que denominamos mente.

El término "mente" designa el conjunto de actividades propias de la inteligencia y de la afectividad humanas, que procesan la información del mundo exterior y dirigen las funciones vitales.

Ha recibido nombres variados, como alma o espíritu. En muchas ocasiones se la ha considerado superior al cuerpo y distinta de él. Actualmente, ninguna discusión acerca de la mente puede sostenerse sin tener en cuenta el cerebro. Éste es el órgano más complejo del ser humano, y hace posible ejercer las funciones intelectuales, afectivas y motoras de nuestra vida.

A comienzos del siglo XX, Santiago Ramón y Cajal estudió, por ver primera, la originalidad de las células cerebrales o neuronas, sus conexiones o sinapsis, y el sorprendente funcionamiento del cerebro. Desde entonces, las ciencias del cerebro han progresado mucho.

La investigación del cerebro es el objeto de las neurociencias, que analizan cómo se produce el proceso de razonamiento que el cerebro realiza. Para ello, crean máquinas y autómatas que simulan el comportamiento racional de los seres humanos, resolviendo problemas y respondiendo a preguntas sencillas; es decir, procesando información.

Sus resultados son muy variados y han abierto uno de los frentes más interesantes de la ciencia contemporánea. Tras estos resultados se encuentra una pregunta acuciante: ¿es posible construir máquinas y robots que piensen? Y lo más importante, ¿puede desvelarse el fundamento cerebral del razonamiento? Si esto se logra, podría conocerse el fundamento material de la mente. Ésta es una tarea ambiciosa, que está lejos de ser resuelta, pero que ya ha producido resultados sorprendentes.

3. Tres concepciones clásicas de la mente

Es posible señalar tres concepciones clásicas de la mente:

1) La mente es el pensamiento y el conjunto de actividades intelectuales, como señaló Descartes.

2) La mente es un conjunto desordenado o "manojo" de percepciones diferentes del mundo exterior que se suceden sin cesar, como indicó Hume.

3) La mente es una "corriente incesante" de estados de conciencia, que procesan la realidad del mundo exterior y tiene un carácter dinámico, como indicó William James.

No hay comentarios:

Publicar un comentario