Lucio Anneo Séneca (4. a.C. - 65 d.C.), hijo de una familia romana instalada en la Bética (Andalucía), nació en Córdoba; siendo niño su familia se trasladó a Roma. En la capital recibió una formación humanística en la que predominaron las enseñanzas y las influencias de los filósofos estoicos. Después de una estancia en Egipto y de sufrir un destierro en Córcega, volvió a Roma, en donde fue preceptor de Nerón y tras ser éste nombrado emperador se convirtió en su principal consejero (o ministro) y en uno de los personajes más influyentes de la administración romana. Pero tras un tiempo, no muy largo, de armonía casi perfecta, poco a poco fueron surgiendo diferencias entre uno y otro debido al progresivo endurecimiento de la política de Nerón.
Con el fin de atenuar los excesos del emperador, Séneca escribió De clemencia, en el que le pide que sea razonable y prudente de acuerdo con las virtudes naturales; pero nada consiguió. Fue entonces cuando Séneca, casi retirado de la vida política, escribió sus obras principales, entre las que podemos destacar las siguientes: Cartas a Lucilio (su hijo), Sobre la amistad, Exhortación a la filosofía, Filosofía moral, etc. Otras obras dignas de mención son: De consolación, Sobre la brevedad de la vida o Sobre la tranquilidad del alma.
Tras su retirada de la vida política se convirtió en blanco de las miradas de quienes pretendían poner freno a los desmanes de Nerón y, en ese sentido, junto con algunos senadores y otros personajes ilustres cercanos al poder, participó en la conspiración de Cayo Calpurnio Pisón (quien pretendía el entorchado imperial) y fue condenado a muerte, cumpliendo la condena por su propia mano.
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